Expertos en la materia coinciden en que un contenido de calidad no es solo aquel que está escrito y diagramado de manera impecable. La calidad de un contenido, sea del tipo que sea, depende más bien del impacto que causa en el destinatario final.

Lo anterior quiere decir que un contenido cumple su cometido cuando logra enganchar al lector. Además, ese vínculo que se crea entre ese contenido y el consumidor final se debe traducir en que este último se convierta en un cliente que nos haga ganar dinero.

Partiendo de esa premisa hemos elaborado este post para entregarte algunas recomendaciones que hagan que tu texto sea considerado un contenido de calidad. No te pierdas detalle de este artículo para conocer los criterios de calidad de un contenido digital. Así podrás llevar los textos que produces a otro nivel.

1. Conoce a tu audiencia y dale contenido de calidad

El primer consejo que debes seguir es investigar los gustos, miedos, motivaciones y preferencias de tu buyer persona. Buyer persona no es nada distinto a la representación del cliente ideal. Es decir, aquella persona que, dicho de manera coloquial, ayudará a pagar tus cuentas.

Si ahondas en su psicología podrás saber cuál es ese contenido que mejor resolverá sus inquietudes y atenderá sus necesidades. En otras palabras, un contenido que les aporte algo de valor. Al respecto, debes tener presente lo siguiente:

Por último, debes considerar la transformación que el consumo de ese contenido operará en dicha persona. Si llegas a la conclusión de que tu contenido no generará ninguna transformación en tu cliente potencial, lo mejor será desecharlo.

2. Enfócate en entregar respuestas y logra contenidos de calidad

A partir de toda la información que has recopilado sobre tus clientes, esfuérzate en ofrecerles un contenido que les dé respuestas a sus dudas. Para ello es importante que el contenido no sea demasiado complejo.

3. Alinea el contenido con los objetivos de tu marca

Nunca pierdas de vista que el principal objetivo de tu contenido no es solo que sea del gusto del consumidor final, sino lograr que este se convierta en un cliente. Es decir que haya un retorno de nuestra inversión de tiempo y energías a la hora de elaborar ese contenido.

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4. No ignores la importancia de un buen título

De acuerdo a estudios hechos por el portal especializado Copyblogger, se estima que 8 de cada 10 personas leerán el título de tu texto, pero solo 2 consumirán el contenido completo. Por eso hay que esmerarse en crear títulos llamativos que capturen la atención de los clientes. En Redactores Alfa sabemos cómo darles títulos ingeniosos a tus textos.

5. Complementa tu texto con ejemplos

Un buen método de producir contenidos atractivos para la audiencia consiste en incorporar en ellos ejemplos reales. Así se logrará que los lectores puedan entender de una manera didáctica lo que les quieres transmitir.

6. Aporta elementos audiovisuales

La inclusión de elementos audiovisuales en un contenido escrito ayuda a que estos no se vuelvan tediosos o pesados para el lector. Así mismo pasa con videos o pódcast que se tornan aburridos cuando solo hay una persona hablando sin interrupciones. Para ello puedes recurrir a lo siguiente:

No obstante, se debe tener en cuenta la importancia de que esos elementos audiovisuales sean innovadores y, en la medida de lo posible, originales. Eso ayudar a personalizar tu contenido e imprimirle tu sello personal.

7. Sácale el jugo a internet

Hoy en día internet provee información confiable de todo tipo para alimentar y darle peso a nuestro contenido. Asimismo, existen herramientas sin costo que nos permiten medir las estadísticas de nuestras plataformas de contenido una vez estén operativas.

8. Haz promoción a tu contenido por medio del correo electrónico

De nada sirve tener un contenido de alta calidad si no se logra que llegué a los clientes de manera efectiva. Una buena estrategia para conseguir este objetivo consiste en enlazar tu email a las plataformas en las que produces tu contenido (blogs, YouTube, SoundCloud, etc). Así podrás mantener al tanto a tus suscriptores de todas tus novedades a través del correo electrónico.

9. Actualízate de forma continua y permanente

Internet está en constante evolución y por ello sus propiedades, logaritmos y plataformas cada día presentan cambios. Ejemplo de esto es el SEO que hoy en día marca la pauta de cómo se deben elaborar los contenidos.

No obstante, algunos profetizan que a futuro se le dejará de lado para apostarles a contenidos más originales y de mayor calidad. De allí la importancia de estar actualizados para lograr que esos cambios jueguen a nuestro favor.

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10. Crea contenido de calidad de fácil consumo

Para concluir con estas recomendaciones, debemos recordarte que un contenido de calidad debe resultar de fácil consumo para los clientes. Si se trata de un video por lógica debe tener buena resolución. En el caso de un pódcast no debe tener ruidos molestos de fondo que distraigan la atención. Y con respecto a los contenidos escritos, que es lo que nos concierne en Redactores Alfa, te sugerimos lo siguiente:

Por último, puedes incluir encabezados que se reconozcan al verlos. Si sigues estos consejos te podemos augurar que te convertirás en un experto en contenidos de calidad. Recuerda que no solo se trata de producir textos bien escritos, sino de fidelizar a quienes los consuman hasta convertirlos en clientes. En Redactores Alfa somos expertos en contenido de calidad y estamos dispuestos a ayudarte.

Preguntas frecuentes

¿Qué es contenido de calidad?

Es aquel que no se limita a resolver las dudas del destinatario final y explicar de manera concreta un determinado asunto. También busca convertir a esa audiencia en buyer personas.

¿Cómo hacer un contenido de calidad?

Para ello debes aportarle algo de valor a tu audiencia, lograr que tus clientes potenciales vean el contenido y hacer que este se alinee a los objetivos de tu negocio.

¿Cuál es la importancia de un contenido de calidad?

El contenido de calidad es aquel que las personas buscan para informarse y asesorarse con respecto a distintos temas. Esta asesoría, si es correcta, puede traducirse en que el cliente adquiera un producto, servicio, etc. Allí radica su importancia.

Por Julián Pastrana